REVISA TU INSTRUMENTO DE TRABAJO Y DE VIDA

¿Tienes coche o moto? ¿No es cierto que, periódicamente, lo llevas al taller para la revisión? ¿Por qué no haces lo mismo con tu instrumento de trabajo y de vida?

 

Tensión en los hombros, dolor de cervicales, espalda agarrotada, problemas digestivos, dificultad para alcanzar el sueño… Éstas son algunas de las señales de tu cuerpo que te están indicando que tu cuerpo y tu mente requieren de tu atención.

Muchos clientes que empiezan conmigo un proceso de Coaching Personal afirman que, al llegar a casa después de su jornada laboral, lo único que les apetece es lanzarse sobre el sofá, porque su baja energía y su agotamiento físico y mental no les permite hacer nada más.

Se lamentan porque a partir de ese momento, cuando empieza su tiempo libre, podrían acudir al gimnasio, tomar un café con un amigo, asistir a clases de inglés o salir a dar un paseo. Sin embargo, el cansancio físico y mental que soportan sobre sus espaldas a lo largo del día, pasa factura, y su tiempo de ocio puede verse desperdiciado por falta energía. 

Tu cuerpo y tu mente son tus instrumentos, no sólo de trabajo, si no también de vida. Para mejorar tu calidad de vida y tu bienestar, es importantísimo que dediques el tiempo suficiente a mimarlos: escucharlos, entender qué es lo que necesitan y llevar a cabo las acciones oportunas (tareas que tenemos demasiado olvidadas).

Te propongo un reto: cada día, al llegar a casa después de tu jornada laboral, puedes hacerte las siguientes preguntas:

¿Cómo está mi cuerpo hoy? ¿Siento alguna tensión muscular? ¿Me noto cansado físicamente?

¿Qué pensamientos pasan ahora mismo por mi mente? ¿Hay algo que lleva días rondándome la cabeza? ¿Estoy agotado mentalmente?

¿Qué sentimientos estoy experimentando ahora mismo? ¿Mis emociones son negativas? ¿Tengo sentimientos contrariados?

No olvides que tu instrumento necesita ser revisado. Si esperas a enfermar para cuidar tu cuerpo y tu mente, es como esperar a que tu coche se estropee para llevarlo al mecánico… ¿No es cierto que cada tanto le haces una revisión? ¿Por qué no haces lo mismo con tu instrumento de trabajo y de vida?

Las horas de trabajo ocupan la mayor parte de nuestro día, por lo que no tiene sentido que desperdiciemos el poco tiempo libre que nos queda al terminar nuestra jornada laboral por falta de energía.

No dejes que el cansancio se convierta en fatiga crónica o incluso en enfermedades más graves y empieza ya a preguntarte qué puedes hacer para mejorar tu bienestar y tu calidad de vida.

¿Empezamos?

Anna Llebaria

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